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Aunque la deportividad en el mundo de los familiares siempre ha ido ligada tradicionalmente a Audi, Mercedes también sace hacer rancheras capaces de hacer palidecer a grandes superdeportivos. Su división de competición AMG es capaz de desarrollar pequeñas joyas como el C 63 AMG State, un familiar de 4,7 metros de longitud movido por un propulsor V8 de 6.2 litros con 457 cv de potencia, una caballería que permite a este AMG rozar la barrera de los 300 km/h.
A pesar de sus 1.795 kgs de peso, su estudiada aerodinámica permite a este C 63 AMG State poder plantarle cara a una todopoderosa Yamaha YZF-R1 de la generación anterior en términos de velocidad máxima.
Con 182 cv de potencia, la máquina japonesa demuestra una capacidad de aceleración superior a la del Mercedes pero, ¿podrá adelantarle en una autopista sin tráfico con el gas a fondo?